En la primera elección de la era Milei, Guillermo De Rivas, el candidato del oficialismo, se quedó por amplio margen con las elecciones a la intendencia de Río Cuarto, Córdoba.
Muy atrás, a 13 puntos, quedó el delfín del diputado de Evolución. Los libertarios locales, sin aval de LLA, metieron un concejal. Ausentismo, call center en la previa y la cucarda para nacionalizar la victoria.
El candidato del peronismo oficialista -actual secretario de Gobierno en Río Cuarto- se impuso holgadamente con el 37,17% (27.425 votos), por encima de Gonzalo Parodi (Primero Río Cuarto), con el 24,29% (17.928), y la también peronista Adriana Nazario (La Fuerza del Imperio del Sur), que cosechó 21,18% (15.632). Pese a no contar con candidato oficial auspiciado por La Libertad Avanza, la pata libertaria local se ubicó en el cuarto lugar con 6,82% de los votos (5.032), lo que le permitió cosechar una banca en el Concejo Deliberante.
Es que fue la tercera victoria consecutiva del peronismo en la ciudad. El otro dato fuerte es que el PRO sumó, con Rolando Hurtado, el 1,58%. Quedó séptimo entre 10.
En cuanto a la participación, como hace cuatro años, volvió a ser muy baja: en este caso, llegó apenas al 55,4%. Casi 76.000 personas decidieron no ir a votar en Río Cuarto.
En los hechos, el gran ganador de la contienda fue el gobernador, Martín Llaryora quien superó con éxito el primer examen electoral como mandatario provincial tras la victoria de su candidato en Río Cuarto. “Ahora a sumarlo a Guillermo para trabajar, se acabaron las elecciones. Los vecinos de Río Cuarto apostaron a un trabajo de gobierno provincial y local para el mismo lado”, dijo el gobernador.