Nuevamente, los datos del Observatorio de Mujeres de la Matria Latinoamericana (MuMaLa) reflejaron que el índice de violencia de género continúa aumentando, más aún, en provincias como Tierra del Fuego, La Pampa y Santiago del Estero. Las estadísticas.Por medio de su Observatorio de MuMaLá: «Mujeres, Disidencias, Derechos», se realizó un Registro Nacional de Femicidios, Femicidios Vinculados, Trans/Travesticidios, Lesbicidios y otras muertes violentas, desde el 1° de enero al 30 de septiembre, donde se constató la necesidad de declarar la emergencia por él Ni una Menos”, con el objetivo de priorizar recursos humanos y económicos para la atención integral de mujeres e integrantes de la comunidad LGTBIQ+ ante el incremento de situaciones de violencia de género.
“De 285 muertes violentas de mujeres, lesbianas, travestis -trans, 169 son femicidios, muertes evitables y un Gobierno que no reacciona ante el pedido de Emergencia Ni una Menos y ni hablar de un acompañamiento integral a las víctimas de violencias de género. Sigue siendo un flagelo de la sociedad y no está siendo abordado como corresponde. El estado es responsable de garantizarnos la seguridad y libertad de llevar adelante nuestras vidas», resaltó la referente provincial de MuMaLá, Carolina Maidana.
En los últimos 9 meses, se perpetraron muertes violentas de mujeres, travestis y trans, una cada 25 hs. Solo 162 son femicidios, femicidios vinculados y trans-travesticidios, cometidos uno cada 38 hs: 140 fueron con vínculo directo, 7 vinculados a niñas/mujeres, 15 vinculados a niños/varones, 7 trans/travesticidios y 38 son muertes violentas en proceso de investigación.
Además, se produjeron 314 intentos de femicidios, mientras 207 niños, niñas y adolescentes se quedaron sin madres. Dentro del país, las provincias que presentaron una tasa más alta de femicidios fueron Tierra del Fuego con 2,2, La Pampa con 1,6 y Santiago del Estero con 1,4.
En dichas provincias, el 61 % de los femicidios fue cometido por parejas o ex parejas, el 12% por hombres familiares directos de la víctima, el 12% por hombres conocidos por la víctima, el 6% por familiares indirectos, el 4% por desconocidos de la víctima y sólo un 5% no se poseen datos del femicida.
La edad promedio de las víctimas es de 38 años, de las cuales, el 16% ya había denunciado a su agresor y un 15% tenían antecedentes penales por violencia de género. “Nuestro domicilio sigue siendo el lugar más inseguro para nosotras. El 62 % fue cometido en la vivienda de la víctima o en la vivienda compartida y un 6% por personas de las fuerzas de seguridad (policías, militares, servicio penitenciario, ya sean activos o retirados)”, destacaron desde MuMaLá.