La especialista en derechos digitales advierte sobre la falta de regulación y la desconfianza generada por la promoción de criptoactivos por parte del presidente argentino. Consecuencias legales y financieras para los principales responsables de la maniobra.
En una entrevista en Radio News Misiones, Carolina López Forastier, especialista en derechos digitales y representante del Comité Euroamericano de Derecho Digital en Argentina, abordó el tema del avance de la inteligencia artificial y el mundo virtual en Latinoamérica, especialmente a raíz del caso que involucra al presidente Javier Milei y la promoción de criptomonedas.
López Forastier destacó la importancia de un marco normativo en el mercado de criptoactivos, no para limitar la libertad de mercado, sino para proteger a los inversores y establecer responsabilidades claras. En este sentido, señaló la necesidad de actualizar las regulaciones para adaptarse a la virtualidad, donde los sujetos pueden ser bots o robots, generando interrogantes sobre quién es responsable en caso de errores o fallas.
La especialista enfatizó que el caso de Javier Milei ha generado preocupación en el mundo de las criptomonedas, ya que socava la confianza en estos activos virtuales. «Así como todos dudamos de si comprar un Bitcoin o un Ethereum, ahora vamos a dudar 100 veces más», afirmó.
López Forastier también se refirió a las posibles consecuencias legales para el presidente Milei, tanto en Argentina como en el exterior. Si bien dudó de la efectividad de las acciones legales en el extranjero debido a la falta de convenios y tratados internacionales, mencionó que en Argentina podría enfrentarse a denuncias por violación a la ley de ética pública y asociación ilícita.
Además, criticó la falta de aplicación de normas existentes, como la inscripción de criptoactivos en la Comisión Nacional de Valores, que podría ayudar a prevenir el blanqueo de capitales.
Finalmente, López Forastier resaltó que el caso de Javier Milei es el primer caso a nivel mundial de un presidente en ejercicio que promociona un criptoactivo de un tercero, lo cual genera desconfianza en el mundo virtual y plantea interrogantes sobre el futuro de las inversiones en criptomonedas