El referente del Movimiento Industrial Misionero (MIM), Gerardo Grippo, cuestionó duramente el proyecto de reforma laboral, señalando que las Pymes —generadoras del 70 al 80% de la fuerza laboral— no fueron consultadas. Insistió en que el verdadero «costo argentino» está en la carga tributaria y que la industria opera apenas al 35-40% de su capacidad. Además, describió un 2025 con «franca baja» para los sectores clave de Misiones, como la madera y la yerba mate.
El Movimiento Industrial Misionero (MIM) expresó sus serias reservas respecto a la reforma laboral que se discute en la actualidad, comparándola con intentos fallidos anteriores. Gerardo Grippo, referente de la entidad, afirmó en Radio News https://news.appradio.ar/ que, tal como está planteada la iniciativa, «no va a responder» al objetivo de generar empleo, enfatizando que el problema central de la competitividad radica en la excesiva presión impositiva.
La reforma y el sector Pyme
Grippo recordó que la reforma actual se asemeja a las planteadas en los 90 y en 2016, las cuales «nunca pudieron concretarse porque afectaban directamente los derechos fundamentales» del trabajo. Una de las críticas centrales del sector industrial es la falta de participación en el debate.
El referente del MIM señaló que los principales generadores de empleo no fueron convocados. «Los generadores, por ejemplo, del 70, del 80% de la fuerza laboral que son las pymes, no fueron ni llamados, ni participaron, ni tuvieron voz y voto«. Para Grippo, si el objetivo es «bajar los costos laborales para ser más competitivos», la propuesta no es la vía adecuada.
El industrialista enfatizó que el MIM defiende los derechos de los trabajadores, aunque podría considerarse una actualización del mecanismo laboral. Sin embargo, el sector rechaza categóricamente la «precarización y pérdida de derechos, retroceso de derechos laborales».
La carga tributaria y la parálisis económica
Para el Movimiento Industrial Misionero, la principal traba económica es la carga impositiva. Grippo sostuvo que «el costo argentino está totalmente influenciado por la carga tributaria», que incluye impuestos nacionales, provinciales y municipales.
No obstante, la preocupación inmediata del sector es el «frenamiento total de la actividad económica». Argumentó que pensar que la eliminación de derechos reactivará la economía es un error, dado que «la industria está utilizando su capacidad en el orden del 35 al 40%». El industrialista cuestionó que en una economía «totalmente prácticamente paralizada», quitar derechos laborales vaya a lograr que comercios o tiendas tomen más personal.
Desventaja tecnológica para la competitividad
Al analizar la competitividad internacional, Grippo planteó la dificultad de medirse con potencias como China, especialmente en un contexto de apertura económica. Señaló que Argentina sufre de «obsolescencia tecnológica».
El empresario explicó que la tecnología que utiliza el país es de segunda o tercera categoría. «Los países industrializados no nos van a dar, no nos dan porque no la comercializan la tecnología de punta, ya de entrada nos van a dar segundas o terceras versiones». Esto significa que el país «no vamos a tener la misma capacidad tecnológica ni productiva que los países de vanguardia». En consecuencia, pretender ser competitivos «abriendo toda la frontera» con estas condiciones no es una política económica «pertinente».
El difícil panorama en Misiones en 2025
Respecto a la situación provincial en 2025, Gerardo Grippo describió un panorama de fuerte retroceso para los sectores productivos.
Afirmó que «la industria de la madera se ha quedado prácticamente sin actividad». Los sectores tradicionales también atraviesan serias dificultades por los precios bajos. En el caso de la yerba mate, los productores reciben entre 180 y 200 pesos, un monto que «realmente no les da condiciones de vida».
En resumen, el año para la industria misionera «ha sido a la baja» y se espera que en los próximos meses la situación sufra una detención «más pronunciada»