Una sucursal del Banco Nación terminada hace ocho años permanece cerrada por la negativa de la provincia de Misiones a bajar impuestos. El impacto en los jubilados, la crisis de la yerba mate y el reclamo contra el centralismo.
En una entrevista en Radio News https://news.appradio.ar/ , Fernando Azula, comerciante del rubro agropecuario en Comandante Andresito, denunció la parálisis institucional que afecta a la localidad. Pese a tener un edificio bancario listo para operar, la disputa política por la presión tributaria y la desregulación del sector yerbatero han sumergido a la región en una profunda incertidumbre económica y social.
Un edificio terminado, pero sin funciones
La sucursal del Banco Nación en Comandante Andresito es un símbolo de la postergación. Según explicó Azula, el edificio está totalmente terminado tras ocho años de construcción, pero el mobiliario no llega y hasta se ha retirado el cartel identificatorio,.
La razón del bloqueo es política y fiscal. El entrevistado señaló que, tras gestiones del intendente Bruno Beck con el directorio del banco, la respuesta desde el Gobierno Nacional fue tajante: «Mientras Misiones no baje sus impuestos, básicamente Ingresos Brutos, no van a abrir la sucursal». Azula calificó esta situación como una muestra de la «voracidad fiscal» de la provincia, que impide el acceso a créditos con mejores tasas y plazos que la banca privada.

El calvario de los jubilados y la economía local
La falta de una entidad bancaria oficial no es solo un problema para los comerciantes. El impacto social es severo: «Los jubilados tienen que ir hasta Puerto Esperanza, hacer 160 km de ida y vuelta para cobrar su jubilación». Azula lamentó que la gente deba esperar bajo la lluvia o el sol en largas filas por no contar con servicios adecuados en su propia localidad.
Además, la presión tributaria afecta la competitividad del sector agropecuario. El comerciante detalló que el impuesto a los Ingresos Brutos es «muy distorsivo», ya que debe pagarlo al comprar insumos y nuevamente al vender al productor, lo que asfixia la rentabilidad.
Crisis terminal en la yerba mate
El panorama se agrava con la crisis del sector yerbatero, motor de la economía regional. La cooperativa local ha entrado en cesación de pagos y la superproducción ha desplomado los precios,. «Cuando hay mucho, vale poco», resumió Azula, señalando que la desregulación dejó en evidencia el exceso de stock.
Esta situación ha derivado en un drama laboral: «Mucha gente que está trabajando en el servicio de cosecha, tareferos, tienen que ir a trabajar a Brasil» ante la falta de empleo y circulante en la zona. Según el entrevistado, el Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) descuidó su rol técnico para «hacer política», lo que contribuyó al escenario actual.
Un reclamo contra el centralismo
Para Azula, el apoyo electoral a figuras como Javier Milei en la zona responde a un hartazgo con la corrupción y el abandono estatal. «Elegimos lo menos malo… la sociedad ya naturalizó que robar es normal y eso no puede ser». El comerciante fue enfático al decir que la exigencia de honestidad debe alcanzar a todos, incluida Karina Milei: «Para todo es parejo. Acá no hay excepción».
Finalmente, criticó duramente el abandono que sufren por parte de los centros de poder. «Todo está centralizado en Posadas. Como a nivel país está centralizado en Buenos Aires. Debemos federalizar este país y nuestra provincia». Denunció que, mientras la capital provincial recibe los mejores recursos, en el interior carecen de insumos básicos como cubiertas o combustible para las ambulancias.