El Mercado Modelo La Placita tiene más de seis décadas de funcionamiento y es reflejo de la resiliencia, donde cada rincón refleja el paso del tiempo y la ideosincracia posadeña.
El Mercado Modelo “La Placita” de Posadas, ubicado en la emblemática avenida Roque Sáenz Peña entre Sarmiento y San Martín, recientemente celebró su 68° aniversario, un acontecimiento que invita a reflexionar sobre su rica historia y su papel en la cultura local.
Aunque sus orígenes se remontan a 1956, no fue hasta 1962 que se inauguró oficialmente. Este mercado ha sido declarado Patrimonio Histórico Cultural de la Provincia, simbolizando una parte fundamental de la identidad posadeña. Quien haya paseado por sus pasillos seguramente ha disfrutado de la variedad de productos que ofrece, desde artículos de electrónica e indumentaria hasta plantas medicinales y delicias locales.
Los antecedentes de este espacio se remontan a principios del siglo XX, cuando, en el peñón entre las calles Belgrano y Alvear, surgió la primera feria popular de Posadas. En ese entonces, las “villenas”, casi todas mujeres, cruzaban en lanchas desde Encarnación, trayendo productos frescos como mandioca, batata, pollos, huevos y choclos, así como la tradicional chipa y yuyos medicinales.
Sin embargo, a finales de la década de 1930, la feria fue desmantelada debido a preocupaciones sobre la higiene y la imagen de la ciudad, según el coronel Enrique Pilloto, designado por el gobierno de José Félix Uriburu. En un contexto de cambio político, esta decisión marcó un punto de inflexión en la historia del comercio local.
Años más tarde, un grupo de comerciantes logró reconstituirse en un nuevo espacio, pero nuevamente enfrentaron problemas de higiene y condiciones inadecuadas que llevaron a su cierre en 1955. Fue en 1958, con la llegada del Interventor Federal César Napoleón Ayrault, que se ideó un plan de reestructuración urbana conocido como “Plan Urbis”, que contempló la construcción de un mercado en la misma ubicación.
Así, en 1962, se inauguró el Mercado Modelo, que rápidamente fue apodado “La Placita”, en un homenaje a su legado histórico y cultural. Este nombre no solo refleja su trayectoria, sino también el cariño de la comunidad hacia un espacio que ha sido testigo de innumerables encuentros, transacciones y tradiciones a lo largo de las décadas. Hoy, este lugar sigue siendo un punto de encuentro dinámico, donde la historia y la vida cotidiana de Posadas se entrelazan en cada rincón.
A medida que los años han pasado, “La Placita” no solo ha mantenido su esencia, sino que también ha evolucionado para adaptarse a las demandas de un público diverso. La oferta de productos ha crecido, incorporando nuevas tendencias y necesidades, sin perder de vista los sabores y tradiciones que la han caracterizado desde sus inicios. Los puestos de venta, algunos familiares y otros de nuevos emprendedores, reflejan la riqueza cultural de la región, promoviendo la venta de productos locales y artesanales.
Así, en 1962, se inauguró el Mercado Modelo, que rápidamente fue apodado “La Placita”, en un homenaje a su legado histórico y cultural. Este nombre no solo refleja su trayectoria, sino también el cariño de la comunidad hacia un espacio que ha sido testigo de innumerables encuentros, transacciones y tradiciones a lo largo de las décadas. Hoy, este lugar sigue siendo un punto de encuentro lleno de vida, donde la historia y la vida cotidiana de Posadas se entrelazan en cada rincón.
Además, “La Placita” ha sabido abrir sus puertas a la cultura, convirtiéndose en un escenario para eventos, ferias y actividades que celebran el arte y la identidad local. Exposiciones de artistas, presentaciones de música en vivo y talleres de cocina son solo algunas de las iniciativas que han encontrado su hogar en este emblemático lugar, enriqueciendo aún más su propuesta.
Hoy en día, el Mercado Modelo “La Placita” es un reflejo de la resiliencia y la creatividad de la comunidad posadeña. A través de los desafíos y los cambios que ha enfrentado a lo largo de los años, ha logrado mantenerse como un pilar cultural y un símbolo de la historia de la ciudad. Cada visita a “La Placita” no solo representa una experiencia de compra, sino también una conexión con el pasado, un homenaje a las generaciones que han trabajado para preservar este legado y una celebración de la vida cotidiana en Posadas.
Así, “La Placita” se ha consolidado no solo como un mercado, sino como el corazón de la cultura local, donde el pasado y el presente se entrelazan en un abrazo que continuará latiendo por muchos años más.