Gustavo Vera, presidente de la Fundación La Alameda, cuestiona la demora en la búsqueda del niño Loan Danilo Peña, de 5 años, desaparecido en Corrientes, y la falta de enfoque en la hipótesis del secuestro desde el inicio.
«Se perdió muchísimo tiempo», afirmó Vera en diálogo con el licenciado Ariel Sayas en Radio News Posadas, haciendo hincapié en que las primeras horas son cruciales en este tipo de casos. «Las primeras 24 o 48 horas son claves, y por eso siempre se debe que partir del peor de los escenarios», enfatizó.
En este contexto Vera se remitió a la jurisprudencia de la Corte Interamericana, basada en el caso Campo Algodonero, donde la desaparición de mujeres en México fue inicialmente tratada como búsqueda de paradero, para luego descubrirse que se trataba de secuestros con fines de explotación.
«En el caso de Loan, no se hizo eso. Se subordinó toda la búsqueda a la hipótesis absurda, cuando la madre ya decía desde el primer día que al niño se lo habían llevado», señaló.
Para Vera, la falta de enfoque inicial en la hipótesis del secuestro evidencia una falla grave en la investigación. «Sobraban indicios para tratar de enfocar la causa en buscar rápidamente a Loan bajo la hipótesis de que haya sido secuestrado», aseveró.
El referente social también criticó la intervención tardía de las fuerzas de seguridad federales y la falta de coordinación entre las distintas instancias. «Si manejaban esa posibilidad, la causa tendría que haber estado conducida desde el principio por el Juzgado Federal y con fuerzas de seguridad federales, no con la policía local», puntualizó.
En cuanto a las posibles motivaciones del hecho, Vera no descarta la posibilidad de una «trata de personas entremezclada con el narcomenudeo o ajustes de cuentas».
«El niño pertenecía a una familia de extrema vulnerabilidad, y vieron la posibilidad de secuestrarlo sin mayor problema. Nunca sospecharon que esto iba a ser un hecho que iba a provocar una conmoción nacional», opinó.
LA INDIGNACION SOCIAL, LA POLÍTICA Y LA COMPLICIDAD ESTATAL
Vera relaciona la conmoción social ante la desaparición de Loan con la situación de vulnerabilidad que atraviesa la sociedad argentina. «La indignación tiene que ver con la angustia social que hoy el pueblo argentino está teniendo respecto a la imposibilidad de llegar a fin de mes, la preocupación por perder el trabajo, el desorden que ha tenido en su vida en los últimos meses», explicó.
Comparando el caso de Loan con el de Marita Verón o el incendio del taller clandestino en Caballito, Vera destaca que hay momentos en los que los problemas que aquejan a la sociedad adquieren mayor visibilidad. «Hay momentos particulares en los cuales estos temas que ocurren todos los días, lamentablemente, tocan las fibras íntimas del corazón de un pueblo», señaló.
Para Vera, la política es parte del problema. «La política atraviesa transversalmente este tema, todos los partidos, todo el espectro nacional y, obviamente, no hay trata sin complicidad estatal», afirmó.
«No es lo mismo secuestrar una persona con fin de explotación, que robarse una billetera en un colectivo. Por eso forma parte de delitos considerados como de crimen organizado, porque requieren de una logística, una preparación, una zona liberada y, para que haya una zona liberada, tiene que haber cómplices estatales», concluyó.
SEIS DETENIDOS Y LA ANGUSTIA DE UN PAÍS
El niño fue visto por última vez el jueves 13 de junio tras un almuerzo familiar. El nene de 5 años fue con su papá, José Mariano Peña, a la casa de su abuela Catalina en el paraje Algarrobo. Era un festejo por el día de San Antonio, por lo que había mucha gente. A muchos de ellos no los conocía y era la primera vez que iba a la casa de su abuela después de tres años.
Hasta el momento hay seis detenidos. Los primeros tres fueron Bernardino Antonio Benítez, el tío del niño, y una pareja de amigos suyos, identificada como Daniel Oscar “Fierrito” Ramírez y Mónica del Carmen Millapi. Fueron acusados del delito de abandono de persona.
El 21 de junio se sumaron la funcionaria local María Victoria Caillava y su pareja, el capitán de navío retirado Carlos Pérez, quienes estuvieron en el último almuerzo del nene de 5 años junto a su familia, y de Walter Maciel, el comisario que se hizo cargo de la búsqueda y, se sospecha, desvió la investigación.