Aseguran que cada vez son más las familias que se dedican a juntar cartones para subsistir

Desde el MTE, Lourdes Benítez, dirigente de ese grupo, dijo en Radio News Misiones que en los últimos tiempos, la ciudad de Posadas se ha visto un incremento significativo en el número de personas que se dedican a la recolección de cartón y materiales reciclables como medio de subsistencia. En diálogo con el licenciado Ariel Sayas la representante del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE), indicó que esta tendencia coincide con el aumento de personas en situación de calle, un fenómeno que se ha intensificado desde la llegada de Javier Milei al Gobierno Nacional.

Durante una entrevista en Radio News Misiones con el licenciado Ariel Sayas, Benítez expresó su preocupación sobre la situación: «Hay un incremento de compañeros que están saliendo a cartonear. Coincidió también con el aumento de personas en situación de calle. Es el área donde más estamos acompañando y trabajando estos últimos meses. Es altísimo el número de personas que hoy se encuentran en esta situación».

La problemática, según Benítez, ha cobrado una mayor dimensión durante el último mes, cuando las bajas temperaturas se hicieron notar: «Hay un aumento impresionante en la cantidad de personas que están en situación de calle y también que salen a cartonear, sobre todo en estos últimos tres meses. Este último mes de frío se notó de manera considerable. Inclusive, los operativos que solían hacer desde la provincia en la temporada de invierno una vez al año, este año se vieron desbordados por la cantidad de gente».

Benítez apunta a las políticas actuales como una de las razones detrás de este incremento: «Parece que tiene que ver con esta política que se está llevando adelante donde realmente no hay una respuesta real para el trabajador de a pie, para el compañero que sale a changuear. Cada vez se hace muchísimo más difícil conseguir changas y sostenerse».

La paralización de la obra pública también ha tenido un impacto significativo en la economía popular. «Además de que teníamos muchos compañeros, por ejemplo, del sector de la economía popular que trabajaban en obras, que estaban haciendo sus changas como obreros, pero con el parate de la obra pública, esto significó realmente un quiebre y volver a plantearnos, bueno, ¿hacia dónde ir? Y son los oficios, si se quiere, como mencionabas vos del 2001, la nueva manera de organizarnos para salir adelante. Y es lo que hacen los compañeros recicladores. Si bien hubo una baja importante en el circuito de consumo, digamos, ya no se junta la misma cantidad de cartón que en otras épocas porque hay menos consumo, de igual manera, es como una de las fuentes de ingreso más sostenidas que hay en esta crisis», explicó Benítez.

El ingreso económico de quienes se dedican a la recolección de cartón en Misiones es mínimo. Al ser consultada sobre cuánto dinero se puede ganar por día cartoneando, Benítez respondió: «La verdad que no te podría decir una cifra. A los compañeros por kilo de cartón le están pagando 120 pesos por kilo y eso no es nada. Imagínense la cantidad que tienen que juntar. Nuestros compañeros están trabajando acá en una planta, en el galpón, digamos, están por avenida Rademacher, atrás de Uruguay, digamos, y vemos que hay como, primero que se acercaron un montón de recicladores nuevos, sobre todo muchos jóvenes, a la tarea de juntar cartón. Lo que se hace acá es, trabajan todas las semanas y los viernes llegan al objetivo. La idea es que puedan llegar a un pesaje y eso se vende».

A pesar de las dificultades, las metas semanales son fundamentales para los trabajadores del reciclado: «Se van poniendo metas semanales, porque claramente cada vez es más difícil. Y se logró eso, digamos, porque era como más factible. Es muy cansador, digamos, los que no están nucleados, todavía dentro de la rama de cartoneros, lo que hacen es ir directamente todos los días a la planta recicladora La Polaca, o sea, juntan un poco de cartón y la venden. Y La Polaca es como la referencia en ventas del rubro. Hay otros, pero en Posadas La Polaca es muy conocida y por lo general ahí se llegan a vender».

Benítez también destacó la incorporación de jóvenes al trabajo de reciclaje debido a la falta de oportunidades laborales en otros sectores. Esto se da “porque la realidad es que tenemos un gran sector de la economía popular que está excluido, excluido realmente del sistema, que no puede pensar en una escuela”. 

“Hay un montón de pibes que han dejado el secundario y que les es imposible conseguir un empleo formal, si se quiere, que para mí es una categoría que está en desuso. Cada vez tenemos menos empleo y a falta de eso generamos trabajo digno como para vivir. Entonces, se suman porque no necesitan ningún requisito más que su propia fuerza para salir a cartonear. Así que es como una alternativa que están encontrando muchos pibes de los barrios», sostuvo.

Además, la crisis económica afectó de manera particular a las mujeres, quienes ahora se ven obligadas a unirse a esta actividad para sobrevivir: «Tenemos muchas compañeras cartoneando. Acá en el galpón están las compañeras que hacen la separación y, obviamente, vemos mucho incremento de familias cartoneando”. 

Hubo un cambio en los grupos que se dedican a esta actividad porque “antes era el varón que tenía la posibilidad de salir a cartonear y quedaba la esposa en la casa. Ahora no. Ahora están saliendo todos, inclusive ahora que hay vacaciones vemos a las familias enteras cartoneando con sus hijos, con sus pibes. Y ahí habla de dos cosas fundamentales”.

La dirigente social sostuvo que «en términos generales, el sector de la economía popular es donde más duro le está pegando la crisis y a las compañeras mujeres sobre todo».

Benítez añadió, al hacer referencia a los “nexos”, incentivos del programa Potenciar Trabajo, que ”hace un tiempo atrás muchas de nuestras compañeras mujeres percibían un nexo. Hoy tenemos el salario congelado en 78.000 pesos y esto significó, digamos, que muchas compañeras pierdan el doble, pierdan su nexo y se vean doblemente obligadas a salir a parar la olla, digamos».

Lo que se aprecia en el análisis de Benítez es que la realidad de las personas que se dedican al reciclaje es reflejo de la profunda crisis económica que atraviesa el país, agravada por políticas nacionales que no han brindado respuestas efectivas a las necesidades de los sectores más vulnerables de la sociedad.