Fabricio Tejerina, de Barrios de Pie denunció que «se cerraron comedores comunitarios que funcionaban con ayuda nacional»

El referente de la organización social Barrios de Pie, Fabricio Tejerina habló con el licenciado Ariel Sayas en Radio News Misiones y alertó sobre la crítica situación por la que atraviesan los comedores y merenderos comunitarios por el aumento de la pobreza en Misiones y por la negativa del Gobierno Nacional a enviar alimentos.

En la entrevista, Fabricio Tejerina se refirió a lo que ocurre en la red de comedores y sostuvo que “la situación está desbordada”, indicando una creciente demanda de asistencia alimentaria que supera ampliamente la capacidad de respuesta de las instituciones.
“La situación está desbordada, como todo tipo de solicitud por parte de la gente que viene a los comedores y los merenderos”, afirmó Tejerina.

Sostuvo que hubo un aumento drástico en la cantidad de personas que llegan a los centros de contención de la organización que actualmente gestiona “alrededor de 50 merenderos” como también comedores.

Alertó que en los últimos meses “mucha gente afuera que recorre merenderos buscando algo de comida para pasar el día”, porque en ocasiones las raciones son escasas debido a que “se ha acortado todo tipo de ayuda del Gobierno Nacional. No existe ningún tipo de ayuda para los merenderos, ni mercadería que mandaban”.

Destacó que desde el Gobierno de la Provincia de Misiones se sostienen las cantidades de los envíos de alimentos, pero que estos módulos son escasos ante la creciente demanda. “A nivel provincial se mantiene la misma cantidad que teníamos el año pasado”, subrayó.

Remarcó que “la situación es bastante desesperante”, y lamenta que la realidad que enfrentan a diario en los comedores es una confirmación del reciente informe socioeconómico de la UCA, que “es un reflejo de lo que nosotros vemos cotidianamente”.

En relación a la falta de distribución de alimentos incautados por el Ministerio de Desarrollo Humano de la Nación, Tejerina fue enfático al decir que “el gobierno nacional con organizaciones sociales, organizaciones civiles ha cerrado todo tipo de conversación”.

Las promesas de distribución de alimentos que supuestamente incluía a Misiones, no habrían llegado a la provincia y aseguró que el diálogo con el Gobierno Nacional está cortado. “Con las rganizaciones sociales no hay ningún tipo de contacto”, añadió.

Ante la falta de raciones alimentarias que eran enviadas desde la Nación, algunos comedores comunitarios se cerraron. Otros, se sostienen con ayuda provincial. “Se han cerrado muchos comedores en los barrios. Los comedores que funcionaban con la ayuda nacional, se han cerrado todos”, afirmó.

Ante esto, los encargados de los lugares donde se preparan alimentos debieron apelar a estrategias para hacer rendir cada vez más los recursos. “Ahora no se recibe más esas raciones de Nación, entonces, tenemos que estirarlo un poquito más, y lo que estamos por hacer es de en lugar de servir cinco días de leche a la semana, se pasó a tres días o a dos días”, explicó Tejerina.

Destacó que los comedores se sostienen gracias al esfuerzo de los voluntarios. “Con mucho amor y esfuerzo de los compañeros que se organizan todos los días para comprar el gas, para comprar los alimentos de limpieza, para comprar el azúcar”, contó.

Esto es porque, si bien existe ayuda gubernamental provincial, esta es limitada y no cubre todos los costos operativos. “No hay ningún tipo de ayuda integral. Entregan un poco de leche, un poco de cereal”, afirmó, subrayando que la continuidad de estos servicios depende en gran medida del “amor, con el compromiso de las personas que ven la realidad cotidiana y eso los moviliza para poder ayudar con un granito de arena”.

MENOS TRABAJO, MÁS HAMBRE

Respecto de los índices publicados recientemente por la Universidad Católica, Tejerina remarcó que el aumento de comensales en los comedores comunitarios está directamente relacionado con la falta de trabajo, principalmente la disminución en el empleo informal, conocido como “changas”.

“Ya el año pasado se veía la caída de la changa”, dijo. “El trabajo es una de las cuestiones que empieza a preocupar entre las cosas que está pasando cotidianamente”, expresó, mencionando que la falta de trabajo informal ha dejado a muchas personas sin opciones de ingresos.

Esta situación se ha agravado en sectores como la construcción, donde muchos trabajadores han quedado desocupados debido a la “caída de la obra pública, el aumento de los materiales”.

Por otra parte, aquellos empleados en trabajos domésticos se enfrentan a sueldos cada vez más bajos, situación que afecta más a las mujeres con niños a su cargo. “Una compañera me comentó que están pagando entre 700 y 800 pesos la hora en una casa para cuidar chicos, limpiar la casa, haciendo notar así la precarización del empleo en estas áreas.