Héctor Julio Franco: «El Estado suficiente no asfixia, pero recoge al rezagado»

En un contexto donde el Dr. Héctor Julio Franco percibe que «el mundo ya giró hacia la derecha», emerge desde Misiones una corriente política que él mismo describe como un «liberalismo renovador» o una «derecha humanizante». Esta propuesta busca redefinir la relación entre el individuo, la sociedad y el Estado, buscando un equilibrio entre la libertad económica y una profunda responsabilidad social. Para Franco, la clave radica en interpretar el «giro a la derecha a la misionera», lo cual implica una postura que, si bien «permite… que a la persona que le pueda ir bien no lo asfixia», también «recoge al que queda atrasado en la sociedad». Su visión apunta a un Estado que «no aficie pero que también no se olvide de los que quedan rezagados», ya que siempre existe un «sector vulnerable que no puede estar al que no corra al mismo ritmo que el resto» y que, por ende, «se requiere la presencia del Estado».

Franco critica en Radio News el concepto de «Estado presente» que, en su opinión, ha sido utilizado «otrora… como un estado omnipresente» y que ha derivado en «entelismo» y «varios desvíos». En contraposición, el modelo que la «Renovación» misionera está adoptando «muy inteligentemente» es el de un «Estado suficiente». Este concepto se fundamenta en el principio de subsidiariedad, un principio «tomado de una encíclica papal». Este principio establece una jerarquía en la sociedad: individuos, sociedades intermedias (como empresas, consorcios, asociaciones o sindicatos) y el Estado. La esencia es que las sociedades intermedias no deben reemplazar lo que el individuo puede hacer por sí mismo, priorizando la libertad económica y sus derechos. A su vez, el Estado no debe sustituir lo que las sociedades intermedias pueden realizar. Sin embargo, y aquí radica el matiz «humanizante» de su propuesta, «cuando ni el individuo ni las sociedades intermedias… pueden resolverle los problemas a la gente, el estado no puede darle la espalda».

Esta perspectiva se aplica directamente a la obra pública, un tema de particular interés para Franco. Si la iniciativa privada o las organizaciones intermedias no ofrecen soluciones, «el Estado no puede abandonar su rol». El Estado debe «estar presente», sin ser invasivo, pero evitando que la situación se convierta en «tierra de nadie».

Al referirse a las políticas nacionales y el debate sobre el ajuste, Franco se distancia de los extremos. Reconoce que, «en lo macro», «el uso de la motosierra puede estar bien» para «empezar a despejar». No obstante, advierte que cuando se trata de una «política de detalle», usar una motosierra sería «muy gurdo». Su preferencia es «utilizar un bisturí», un «instrumento de precisión, un instrumento que requiere una capacitación de quien lo utiliza». En este sentido, Franco declara que «disiente también con el gobierno nacional en muchas cosas» y, en particular, respecto a la obra pública.

El exfuncionario misionero, quien ha servido en la Renovación desde su inicio en 2003, subraya el pragmatismo que ha caracterizado a esta fuerza política. Destaca cómo la Renovación logró «conciliar dos partidos antagónicos» como el radicalismo y el peronismo en una «sola expresión política y oferta electoral que el pueblo lo ratificó». Para Franco, las «ideologías puras… no tienen sentido hoy», una convicción que extiende incluso a los «liberalismos de extrema derecha». Él se define como una persona «más componedora, siempre buscando las cosas positivas y los aciertos que podrán tener cada sector», apuntó.

ENTREVISTA AL DR. HÉCTOR JULIO FRANCO