La contaminación del río Paraná: Un clamor por la justicia ambiental desde Encarnación

La denuncia del ingeniero paraguayo Aldo Ríos sobre la grave contaminación del río Paraná en Encarnación ha generado una profunda preocupación en la región. La situación, que se ha venido agravando durante años, expone la ineficiencia en la gestión del vertedero municipal y la falta de compromiso por parte de las autoridades para proteger la salud de la población y el ecosistema del río.

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El vertido de lixiviados, líquidos altamente contaminantes que se forman cuando el agua atraviesa residuos sólidos, es la principal causa de la contaminación. Según Ríos, en declaraciones a Radio News Misiones, análisis realizados por la Universidad Nacional de Itapúa revelan la presencia de metales pesados en el agua, el suelo e incluso el aire. Estos metales, pueden causar una variedad de enfermedades, incluyendo cáncer, tanto en humanos como en animales.

«Estos documentos presentaron la presencia de metales pesados varios, que produce todo tipo de enfermedades. Como bien también lo estaban detallando, hasta cáncer, ¿verdad? Es decir, ataca todo tipo en todos nuestros nuestros organismos metalizados, no solamente para el ser humano, sino que para los animales, para los peces, en este caso del río Paraná, que después también pueden ser consumidos por las personas», declaró Ríos en la entrevista radial.

La situación se agrava aún más por la presencia de residuos patológicos en el vertedero, como jeringas, lo que aumenta el riesgo para los trabajadores y la población en general. Además, la existencia de un incinerador de residuos patológicos que no funciona correctamente libera un humo negro y denso al aire, contaminando la atmósfera, según advierte el ingeniero Ríos

A pesar de las denuncias, las multas impuestas por el Ministerio del Ambiente de Paraguay (MADES) y la imputación del intendente de Encarnación Luis Yd, el problema continúa. Ríos expresó su preocupación por la lentitud de la justicia y el temor de que la situación se resuelva mediante acuerdos políticos que no beneficien a la comunidad.

La preocupación se extiende a la ciudad argentina de Posadas, ubicada frente a Encarnación, ya que la contaminación del río no se limita a un solo lado de la orilla. Ríos alertó sobre el riesgo de que los lixiviados contaminen las napas freáticas y el acuífero, poniendo en peligro el agua potable de la región.

«Sí, claro, así es. O sea, que acá la la contaminación no discrimina, ¿verdad? Cuando se se produce una contaminación eh nos llega a todos el agua, el agua del subsuelo inclusive, eh, porque también detectamos ahí perforaciones de muy cercano que facilitaría el ingreso de esos líquidos licidiado a a la napa freática, inclusive al acuífero. Ahí sí que es mucho más preocupante», advirtió Ríos.

El ingeniero hizo un llamado a la acción conjunta entre ciudadanos, políticos y organizaciones de ambos países para exigir una solución inmediata. La magnitud del problema, con un impacto potencial en la salud pública y el ecosistema del río Paraná, demanda una respuesta contundente de las autoridades.

Ríos y otros ciudadanos buscan apoyo en Argentina para visibilizar el problema y presionar por soluciones. La presentación de los análisis de la Universidad de Itapúa ante el Ministerio Público argentino podría ejercer mayor presión sobre las autoridades paraguayas para que actúen de manera responsable y efectiva.

La contaminación del río Paraná en Encarnación es una clara señal de la necesidad de fortalecer las políticas de gestión de residuos y protección ambiental en la región. La salud de la población y la preservación de los recursos naturales deben ser prioridades ineludibles para los gobiernos de ambos países.

ENTREVISTA: Ing. Aldo Ríos