El gobernador Hugo Passalacqua, participó en un programa especial denominado “El dólar está en orden” transmitido desde la “Casa del Streaming”. Allí, a ocho meses después de asumir su cargo, dio cuenta que su objetivo principal es servir a la comunidad y atender sus necesidades.
“Vengo de una familia muy normal y me inculcaron valores y amor por la lectura. Eso me llevó a la política, que es ocuparte de la ciudad. No me gusta la gente que prefiere no meterse en la política porque implica no preocuparse por los demás”. Por eso, se refirió que la política no es solo una cuestión de interés personal, sino de responsabilidad hacia la comunidad.
Sobre el modelo misionerista instaurado por Carlos Rovira, Passalacqua afirmó que “el modelo misionerista, con mucha inteligencia y rompiendo esquemas, armó algo completamente nuevo. Nuestra visión es trabajar juntos por el bien de la gente, sin importar de dónde venimos”. Dio cuenta que este enfoque ha captado la atención de otras provincias por su eficacia y enfoque colectivo.
En cuanto a su relación con el Gobierno nacional y el presidente Javier Milei, el funcionario expresó “lo importante es trabajar en conjunto por el bien del pueblo, tratando siempre de alcanzar consensos”. Por eso enfatizó que la política debe enfocarse en el bien común, más allá de los conflictos. Aclaró que de momento solo se reunió con él en dos ocasiones, en la asunción presidencial y la firma del Pacto de Mayo.
También abordó las desigualdades en el transporte y otros servicios entre el norte y Buenos Aires. “Hubo un acto de injusticia durante muchísimo tiempo. Estamos trabajando para corregir estas asimetrías con una visión federal”, explicó.
Finalmente, el gobernador se expresó sobre su visión de la educación, en la que “cada intercambio que los niños tienen con su entorno forma al adulto que serán. Es importante transmitir los valores necesarios para vivir en sociedad”.
Al terminar la entrevista, Passalacqua jugó al básquet con el reconocido deportista Ernesto “Finito” Gehrmann, a quien reconoció como un legado fundamental en el básquet argentino.