El diputado provincial del Frente Renovador Neo, José Pastori evalúa la política económica del gobierno con una calificación reprobatoria, señalando que el plan, más enfocado en el ajuste que en la economía, ha controlado la inflación a un «costo altísimo». En la provincia de Misiones, estas medidas han provocado «estragos», dejando a los productores agropecuarios vendiendo a «precio de miseria» y destruyendo la competitividad de la industria forestal.
La crítica a la gestión económica nacional
Si se tuviera que calificar la gestión del gobierno de Milei en una escala del uno al diez, el analista José Pastori afirma que estaría «por debajo de la mitad» y que hay dudas sobre si «aprueba el parcial». Pastori sostiene que, aunque el gobierno ha controlado la inflación (no la ha eliminado), lo ha hecho a un costo muy alto.
El plan implementado se describe como un «plan de ajuste» y no un plan económico. Al centrarse en contener el dólar y la inflación, se han descuidado otras áreas, lo que ha generado un «despelote fenomenal» en la economía.
Pastori detalló los serios problemas sectoriales y sociales derivados de este enfoque:
• Desempleo.
• Aumento en el costo de los productos.
• Dificultad para que los empleados formales lleguen a fin de mes, con salarios que no cubren los gastos más allá del día 10 o el 15.
• La desregularización de productos clave, como la yerba, que ha sido «un desastre fenomenal en la economía de de nuestros productores».
Estragos en Misiones: Agro y pérdida de competitividad
Para la provincia de Misiones, cuya economía madre proviene del agro (yerba, té, productos forestales), el plan de ajuste «hizo estragos». Pastori enfatiza que las economías regionales tienen particularidades y que un gobierno que no entiende o no conoce las regiones no puede tomar medidas que las beneficien.
Misiones, con un 90% de frontera, compite contra «un monstruo que es Brasil y un monstruo emergente como lo es Paraguay». Sin embargo, a la provincia se le han quitado o no se le han proporcionado las herramientas suficientes para competir en igualdad de condiciones.
En el sector yerbatero, la desregulación recurrente del ENIM ha provocado que el productor esté vendiendo sus productos a «precio de miseria». Lo mismo sucede en los sectores del té y el forestal. Respecto a las exportaciones, el ajuste del dólar y la desregulación han afectado gravemente la competitividad; el analista afirma que «casi el 90% de de los insumos forestales que producía la provincia ya no son competitivos» para la venta al exterior, incluso a mercados como Estados Unidos.
El Eco de los noventa y la pérdida del poder adquisitivo
La situación ha llevado a que los productos se encarezcan y el peso pierda poder adquisitivo. Pastori precisó que lo que se compraba hace dos años con 1.000 pesos, hoy solo permite adquirir el «40% de los que vos comprabas 2 años con la misma plata». Ante esto, el ciudadano común y el vecino «se rebusca», buscando precios y ofertas para poder llegar a fin de mes y alimentar a su familia.
José Pastori indicó que este «experimento social que está haciendo Milei en esta época» no es del todo nuevo y se asemeja a las políticas implementadas en la década del 90 bajo el gobierno de Carlos Menem. En aquel entonces, los ciudadanos también cruzaban a Encarnación (Paraguay) para comprar víveres y mercadería. Las consecuencias históricas de tales medidas fueron el cese de numerosas industrias, la destrucción del comercio local, y el cierre de PyMEs y empresas más chicas.
Finalmente, Pastori advierte sobre la alta población joven que no ha vivido estos ciclos económicos. Él sostiene que los más grandes tienen la responsabilidad de contar y enseñar a qué llevan este tipo de medidas: «desindustrialización, destrucción de del comercio, este y bueno y pobreza en los bolsillos propios».